Tango Precoz
Llamé al ambulatorio un día como hoy
se puso un celador, pedí por un doctor
que me diese hora pronto por favor.
El pibe preguntó cuál era el sufrimiento
¡Che, qué boludo sos!, fue mi contestación
se lo diré al doctor, pensá vos que es mejor
y con este argumento no hubo más conversación
Cuando llegó el día de la cita
resulta que el doctor era pibita
estaba como un tren de mercancías
pensá que iba a tocar toda mi anatomía.
Primero empezó por el abdomen
pero posteriormente descendió
puso mi hombría en condiciones
con aquellos dos melones
y de pronto me escapó una secreción
De la pobre impresión que aquello le causó
algo se le cayó, no sé si un depresor
el caso es que, de pronto, se agachó.
Lo que pude mirar fue todo un panorama
no pude controlar, se me volvió a escapar
le tuve que decir para su información
que aquello parecía una segunda polución
Después de tantas preocupaciones,
creyendo que tenía purgaciones
resulta, che, que no tenía nada, ¿viste?,
era eyaculación, éste, apresurada
y sigo acudiendo a su consulta
para encontrar alguna solución
me he hecho un adicto y no les miento
a sus reconocimientos
creo, viejo, que no me quiero curar.
¿Acabás o no?, che... Ta bien...